Hace dos años conocí a una persona muy enigmática,
poseedor de una personalidad bastante extraña y difícil de descifrar.
Hoy cumpliría 33 años, y me he atrevido a escribir esta entrada en el blog, como pequeño recordatorio y agradecimiento por todo lo que me enseñó.
Ahora, más que antes, he tenido las ganas de hablar con él, contarle cómo me siento y que sepa que por fin me he dado la oportunidad de sentir algo, a pesar del miedo que todo ello implica.
A veces, cuando estoy sola, le hablo o le escribo y creo que me escucha y está al pendiente... aunque sé que no es posible en este plano físico y tangible. Él ya no está, no me escucha, no me lee.
Echo de menos la manera tan graciosa y terca de insistir en que vestida "como es debido", soy como Miss Simpatía.
Hace 4 meses que falleció, y aún creo que me va a regañar por alguna tontería cometida.
Te extraño, viejo.
Fue un placer coincidir, mi lobo estepario.
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