No me apetece escribir, hay tantas formas de huir...
Siempre he visto esta actividad como un alusión a la libertad, no como lugar de escondite.
Supongo que hay momentos en los que nos refugiamos en las letras para no sufrir y otras más para darle más volúmen a nuestra voz y así es justo como me siento ahora; enamorada o no, me siento feliz y sorprendida por este sentimiento. Es extraño, lo sé, pero mientras no esté definido, yo disfruto y me dejo llevar porque jamás lo he hecho, siempre estuve con temor a ser lastimada o lastimar a la persona con la que estuviera.
Así que, mientras tanto, seguiré tatuando esas sensaciones.
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